Soy un insensible

Publicado: 20 abril, 2015 en Opiniones
Etiquetas:,

blanco corazón      El otro día hablaba con mi mamá sobre las verdades respecto a mis sentimientos y le dije que yo no sabía si amaba o quería a alguien. Su reacción no fue nada favorable, pareciera que le hubiera dolido… Ni modo.

Nosotros nacemos y no se nos pregunta en qué familia queremos estar y tampoco si de verdad queremos nacer. Obviamente uno no puede tomar ese tipo de decisiones, sin embargo la sociedad nos ha inculcado que debemos amar a nuestros padres y al resto de la familia pero… ¿De verdad debemos amarlos solo por el hecho de que te procrearon? La respuesta es NO, esa es una gran falacia que nos quieren hacer creer, si a ti no te nacen sentimientos afectivos por tu familia no tienes por qué tenerlos o fingirlos.

Lo último es una verdad que pocos se atreven a admitir, muchos en su interior se sienten así y saben que es así, pero siempre está en el subconsciente aquello de “tengo que amarlos, son mi familia”.

Yo por mi parte aprecio y quiero mucho a mi familia, ahora, el amor es un sentimiento muy abstracto y muy poco definido como para decir que siento eso por ellos, tengo primos por los cuales sinceramente no siento nada (tampoco guardan vínculos muy grandes conmigo), solo sé que son de mi familia, eso es todo, no los veo nunca, no convivo con ellos y no nos llamamos, inclusive se que existen y se como se llaman, pero ellos no saben ni mi sexo, así que… NO TENGO NINGÚN TIPO DE SENTIMIENTO POR ELLOS.

El colectivo debe entender o mejor dicho, debe aceptar que los sentimientos no son algo autoimpuesto, no es algo que viene “por defecto”, no te dicen a quien amar y a quien no (aunque pretendan hacerlo). Los sentimientos no se comprueban, no se demuestran ni tienen una descripción clara pero solamente una cosa sobre ellos nos debería quedar totalmente clara, nacen de nosotros y solo uno sabe si son genuinos.

Por más que sea, algo si les digo señores, no sientan odio, no sean excluyentes ni discriminen y siempre den sin esperar recibir y si pueden amen, ¡amen de verdad! Esas son las raíces del progreso de una buena sociedad!

Deja un comentario