Si bien este espacio no lo tomo como un diario, de hecho sólo una pequeña parte de lo que publico han sido casos de la vida real, hoy voy a tomarme la libertad de usar esto como una manera de contar una gran realidad de mi vida y quizá, de la de muchos.
En un mundo donde cada vez hay mayor cantidad de personas, lo que conlleva a: más individuos, más consciencias que deberían ser individuales y más ambición; las oportunidades, las adversidades y las comodidades van y vienen constantemente, tal es el asunto que, un día lo puedes tener todo y al día siguiente nada y viceversa. Esto siempre va a variar dependiendo de muchos factores, pero sería insensato decir que es uno en específico o que existen diversidades de ellos en concreto, pues, se ha convertido en una situación donde lo que suceda puede llegar a ser inexplicable de manera general.
A grosso modo, se pueden vislumbrar estereotipos muy conocidos, como el de la mujer bonita que consigue trabajo de presentadora de TV., el sujeto que tiene un conocido dentro de alguna empresa, entre otros, sin embargo, hay se ven otras personas en las que su «fortuna» no tiene explicación aparente, de la misma manera que se ve lo contrario. Existen profesionales con mucha preparación académica e inclusive experiencia, que no logran conseguir un empleo de alta talle, musicos talentosos que se tienen que conformar con dar clases por un salario miserable, pilotos de avión que terminan siendo taxistas y pare usted de contar.
Como diría un muy sortario habitante de este planeta, el cual con un simple título de profesor llegó a conseguir mucho trabajo en distintas áreas de la docencia y me toco presenciar el mismo: «La vida no es justa». Ciertamente, el concepto de justicia es algo que queda en entredicho y la percepción de cada quien, tenemos como base a la equidad o el equilibrio que debe existir entre el trato que recibe cada cosa. De esa manera podríamos decir, que quizá esa chica bonita que consiguió un empleo bien remunerado como narradora de noticias hubiese quedado en la calle de ser por sus capacidades intelectuales, pero, ¿Entonces eso significa que aquel que tanto esfuerzo ha puesto en el estudio y además posee excelente oratoria y presencia ante las cámaras, merezca estar desempleado o en lugar de ello limpiando pisos en un centro comercial?. Limpiar pisos no es un oficio denigrante ni mucho menos, aunque quizá pueda hacerlo aquel que no tiene habilidad frente a una cámara…
Paz y reconciliación les desea Il Signore!
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