Un rezongo en una pesadilla

Publicado: 1 May, 2015 en Historias
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Rezongo

Yo soy un ser planetario (yo lo que estoy es…), muy muy muy pero muy negro, sin embargo los matices de aquellas latencias que yacen en lo más profundo de nuestras armaduras de piedra talladas a mano por Barney, no todo es igual, pues en tu resonancia magnética debe salir que seguramente todo es negro y azul, cosa que no es así en El Valle y en La Sabana cuando las flores comienzan a destilar su tinte rosáceo. Pues resulta ser que los cogollos interminables e infinitos de choques de alto voltaje que surgen entre la sinapsis pueden llegar a alterar las cosas cuando la máquina de hierro líquido roja menos se lo espera. Lo anterior, claramente conocido por esa paca de bultos negros acumulados dentro de las estratificaciones de movimientos ígneos, no es sino algo que ocurre con frecuencia, salvo que seas verde, blanco, gris, rojo, rosado o de cualquier otro pigmento, en dado caso quizá se te pueda considerar un planetario.

Pero lo que en realidad está enfocado dentro de la mirilla de la papa cultivada en las puntas, es que, los tintes así joden las bastas estanterías ordenadas de las librerias. Todo inicia, gracias a precisamente un choque, donde finalmente se desencadena la pesadilla. Cuando entre los cuerpos indistinguibles resulta ser que el que más distingues riega sus líquidos perjudiciales para cualquier género y además tu propia acumulación de arena también lo hace, las cosas bajan para arriba al igual que un melón hiperactivo. ¿Como se lidia con las desigualdades laterales cuando es conocido que el centro de la balanza beneficia a un lado? ¿Como se enfrenta a una batería de carga positiva cuando el dueño de la carga está arrendado?

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