Yo trabajo en una cadena de comida rápida, en donde el tiempo es una cuestión crucial en el negocio, por algo, se le llama de esa manera a ese tipo de comercio. La presión que se vive, es bastante grande, y a menudo te conseguirás con jefes que podría parecer que quieren humillarte y descalificarte, sin embargo, no es así, sino que simplemente el trabajo es tan arduo, que no cabe tal cosa como la cortesía en la manera en la que se dan las instrucciones.
En el caso de mi jefe, pues hay mucho que decir de él, mi jefe es un tipo bastante culto, me atrevería a decir que por encima del promedio en ese aspecto, es muy responsable, pues siempre está a tiempo y rara vez falta. Mi jefe es una persona de gran voluntad, nadie logra persuadirlo, ni distraerlo y además es incapaz de estafar a un cliente, pues también es una persona muy honesta, tan honesta, que si algo sale mal y es su culpa, él la asume ante sus superiores (Como debería ser). Mi jefe no suele quejarse de su trabajo, pese a su gran disconformidad, en cambio, el prefiere seguir trabajando para salir hacia adelante, no toma vacaciones y sólo ha pedido alguno que otro permiso. Mi jefe es incapaz de maltratar a quienes tiene bajo su mando y nunca los humilla ni se burla de ellos, salvo en los casos ya mencionados en donde no hay lugar para la cortesía, no obstante, es un tipo bromista y siempre trata de hacer reír a los demás aunque realmente el humor no sea su fuerte.
Mi jefe es una persona que siempre piensa en la superación personal y está constantemente redescubriéndose, tiene grandes proyectos, y da todo de sí para lograrlos. Debo acotar también, que mi jefe es un tipo muy apuesto, es el galán de la compañía, y muchas mujeres tratan de seducirlo constantemente, pero el simplemente continua con su vida (Parece que además está muy apasionado con una mujer). Sin embargo, pese a todas las cualidades que quien me dirige posee, también están muchos defectos. ¡Mi jefe es un puto explotador!, no le da descanso a nadie en ningún momento y a veces asigna tareas que quizá no sean correspondientes a esa persona, sólo para que la compañía produzca. ¡Mi jefe es intransigente y terco!, casi nunca acepta una sugerencia y eso le hace cometer errores en varias ocasiones, a veces, sinceramente, su humor es insoportable y crea un ambiente tenso en el lugar. Lo más tedioso, es que mi jefe quiere que todos sigamos su progresismo y nos da siempre sermones fastidiosos como si fuera nuestro padre. A decir verdad, ¡Mi jefe es un maldito ladillado! ¡Por eso es que aquella tipa no le para! ¡Claro! ¿Quién en su sano juicio le prestaría atención a una persona que todo lo refuta y que no acepta nada? Pensándolo bien, ¡Odio a mi jefe! ¿Saben qué? No es que le desee mal, pero ¡Ojalá que se case! ¿Y saben algo más? Mi jefe, Mi jefe soy yo…
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